¿Qué es la hepatitis C ?

Posted on octubre 25, 2015 in Hepatitis | 0 comments

¿Qué es la hepatitis C ?

La hepatitis C es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al hígado y es causada por el virus de la hepatitis C (VHC). La infección aguda es por lo general asintomática, pero la infección crónica puede producir lesión en el hígado y a la larga originar cirrosis. En algunos casos, los pacientes con cirrosis también presentan insuficiencia hepática, cáncer de hígado y varices esofágicas potencialmente fatales.

La hepatitis C se contrae principalmente mediante el contacto con sangre contaminada asociado con el consumo de drogas por vía intravenosa, el uso de instrumental médico no esterilizado y las transfusiones de sangre no testadas previamente. Esta última vía actualmente ha desaparecido prácticamente en la mayor parte de los países por los controles exhaustivos sobre la sangre y hemoderivados. Se estima que entre 130 y 170 millones de personas en el mundo están infectadas con hepatitis C. La existencia de hepatitis C (originalmente «hepatitis no A no B») fue postulada en la década de 1970 y confirmada en 1989.

El virus persiste en el hígado de forma crónica en alrededor del 85% de los pacientes infectados. La hepatitis C es la causa principal de trasplante de hígado; sin embargo, el virus suele recurrir después del trasplante. Actualmente (2015) no existe ninguna vacuna preventiva frente a la hepatitis C, por lo cual para evitarla es imprescindible seguir las medidas de profilaxis recomendadas, entre ellas no compartir agujas y utilizar preservativo en las relaciones sexuales.

Cómo se contagia la hepatitis C

La hepatitis C se propaga por medio del contacto de sangre sin infectar con sangre de una persona infectada (transmisión por vía parenteral); habitualmente no es una infección de transmisión sexual, ya que no se transmite a través del semen, como en el caso de la hepatitis B o el VIH-SIDA.

Se puede contraer hepatitis C:

 Al recibir prácticas médicas con mala esterilización (personal sanitario, etc.)

 Al puncionarse con una aguja contaminada con sangre infectada (los trabajadores de la salud pueden contraer la hepatitis C de esta forma)

 Al realizarse un tatuaje o una perforación en alguna parte del cuerpo.

Los piercing y tatuajes que dejan una herida abierta por tiempo prolongado, por lo cual el virus permanece en el medio ambiente y penetra en las zonas donde hubo piquete o pinchazo, independientemente de si el instrumento estaba estéril o no.

 Al compartir agujas para inyectarse sustancias adictivas.

 Al inhalar sustancias adictivas por aspiración compartiendo el instrumento con el que se aspira, debido a que pueden producirse hemorragias a nivel nasal.

 Al compartir objetos de higiene personal, como cepillos de dientes o cuchillas de afeitar. 16

 Al haber nacido de una madre que tiene la hepatitis C.

 Rara vez, el contagio puede ser por vía sexual. Se calcula que este tipo de contagio representa menos del 2 por ciento 17 18 de los casos. Se presenta especialmente cuando en la relación sexual existe sangrado.

Pruebas para diagnosticar la hepatitis C

Perfil serológico de la hepatitis C

La hepatitis C se desarrolla de forma generalmente asintomática, la mayoría de los casos se diagnostican por análisis sanguíneos realizados en el curso de una donación de sangre, antes de una intervención quirúrgica, o en un control rutinario. Cuando se sospecha la infección por el virus por elevación de las enzimas hepáticas, se lleva a cabo la

determinación de anticuerpos contra el virus. Si los anticuerpos contra el virus de la hepatitis C son positivos, puede realizarse una determinación para detectar el ARN viral en suero mediante la técnica de PCR, ello permite confirmar el diagnóstico, determinar la carga viral y averiguar el genotipo específico del virus.20

Si existiera la sospecha clínica de que la hepatitis C pudiese haber causado cirrosis

hepática o cáncer de hígado, podría ser necesario efectuar una biopsia hepática diagnóstica. La biopsia es una prueba relativamente sencilla, consiste en extraer una

muestra muy pequeña del hígado por medio de una aguja, el tiempo de recuperación es corto, apenas unas horas de inmovilidad en el hospital para prevenir posibles hemorragias.

Ese fragmento se estudia para determinar si existe lesión hepática, cirrosis o cáncer de hígado.

En ocasiones el médico puede considerar necesario realizar pruebas de imagen, como ecografía hepática, o tomografía axial computarizada (TAC). También se realizan otras pruebas de laboratorio, como la determinación de alfa-fetoproteína en plasma, que podría orientar ante la sospecha de cáncer hepático.

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